Bueno, aprovechando que ya ha llegado el verano y antes de que yo mismo me vaya de vacaciones, vamos a seguir con la segunda parte de nuestra particular biblioteca dedicada a los ministéricos, en este caso con las obras dedicadas a las ucronías por si os apetece leeros alguna de ellas en la playa. Como son muchas voy a tratar de ser breve en mis reseñas.
Como dijimos, la ucronía es un subgénero de la ciencia ficción también conocido como "Historia alternativa" que consiste en imaginar cómo hubiera transcurrido la Historia (con mayúsculas) si un determinado acontecimiento histórico de gran trascendencia hubiera sucedido de forma diferente. Por ejemplo: qué hubiera pasado si Julio César no hubiera sido asesinado, si Napoleón hubiera vencido en Waterloo o si los nazis hubieran ganado la II Guerra Mundial, por poner tres ejemplos. La gracia del tema está en imaginar un desarrollo histórico diferente a partir de las consecuencias de ese hecho diferente o en cómo hubiera podido afectar a nuestro presente.
Ese punto de inflexión a partir del cual la Historia cambia es denominado en el argot de la ciencia ficción como Punto Jonbar. Se denomina así en honor a un personaje llamado John Barr, protagonista de un relato de ciencia ficción de los años '30 de Jack Williamson que, en un momento determinado del relato, se encuentra en una situación en la cual crea un mundo diferente si escoge un guijarro de si escoge un imán.
Para que nos entendamos: si visteis el último episodio de El Ministerio del Tiempo, el Punto Jonbar o punto de bifurcación a partir del cual la Historia cambia produciendo una Historia diferente de la nuestra es cuando Felipe II se hace con el control de las Puertas del Tiempo y del Ministerio, logrando con ello que la Armada Invencible venza a la armada inglesa, conquistando Inglaterra y perpetuándose como rey absoluto a lo largo de los siglos. A resultas de todo ello nos encontramos con un año 2016 alternativo en el cual Inglaterra nunca colonizó América del Norte sino que lo hizo España, siendo ésta desde entonces la gran potencia mundial; un 2016 en el que España nunca perdió sus colonias, en el que nunca llegamos a tener democracia porque el sistema político que sigue funcionando es el absolutismo y en el que la religión sigue teniendo un peso muy importante, en realidad determinante, en la sociedad.
Explicado en un sencillo esquema sería algo así:
En realidad, en muchas ocasiones resulta difícil distinguir si una novela o relato pertenece al género de "Viajes en el tiempo" o al de "Ucronía" pues, en el momento en el que alguien viaja al pasado, ya está introduciendo un cambio en la Historia. Y en muchas novelas de viajes en el tiempo, el objetivo del viajero es, precisamente, cambiar la Historia (como en la última novela de Stephen King, donde el viajero pretende salvar a JFK de su asesinato) o, en otras, sus actos lo hacen aunque no lo pretendan.
En mi opinión, si la "Historia alternativa" se ha producido a causa de la intervención de un viajero del tiempo, no hay duda, sigue siendo una novela sobre "viajes en el tiempo", mientras que si la novela nos narra una "Historia alternativa" en el cual el punto de bifurcación se ha producido de manera natural sin que intervenga para ello un viajero temporal, se trata completamente de una ucronía.
Aún así, la separación entre ambos subgéneros sigue siendo complicada, como veremos.
Dicho esto, vamos con mi listado de ucronías.
Ucronías:
Lo que el tiempo se llevó (Bring the jubilee), de Ward Moore (1953)
Y para empezar, nada mejor que una de esas novelas en las que la frontera entre ucronía y novela de viaje en el tiempo no está tan clara entre otras cosas porque lo que aquí se nos presenta es un viaje en el tiempo dentro de una ucronía. Me explico: la novela, cuyo título español homenajea una película que seguro todos conocéis, empieza contándonos la vida de Hodge Backmaker, un historiador a mediados del siglo XX en los Estados Unidos. Sin embargo, a medida que avanza la narración nos vamos dando cuenta de que algo no encaja, algo no debería ser como es y entonces es cuando caemos de que estamos en medio de una ucronía, una en la que los Estados Confederados ganaron la batalla de Gettysburg y, por ende, la Guerra de Secesión Americana y unos empobrecidos y racistas Estados Unidos Confederados se encuentran a punto de entrar en guerra con el Imperio Alemán. Entonces Hodge Backmaker tiene la oportunidad de viajar en el tiempo para estudiar el momento en que el Sur ganó la guerra y una vez allí provoca por accidente la victoria de las fuerzas del Norte. Incapaz de volver a su propio tiempo después de haberlo alterado se pregunta cómo habrá afectado la Historia y decide escribir su historia para dejar constancia del tiempo que él vivió. Uno de los clásicos de las ucronías y que convendría acompañar con el visionado de la película CSA. Estados Confederados de América, un falso documental que propone una visión similar de unos Estados Unidos alternativos con el mismo punto de partida.
Y para empezar, nada mejor que una de esas novelas en las que la frontera entre ucronía y novela de viaje en el tiempo no está tan clara entre otras cosas porque lo que aquí se nos presenta es un viaje en el tiempo dentro de una ucronía. Me explico: la novela, cuyo título español homenajea una película que seguro todos conocéis, empieza contándonos la vida de Hodge Backmaker, un historiador a mediados del siglo XX en los Estados Unidos. Sin embargo, a medida que avanza la narración nos vamos dando cuenta de que algo no encaja, algo no debería ser como es y entonces es cuando caemos de que estamos en medio de una ucronía, una en la que los Estados Confederados ganaron la batalla de Gettysburg y, por ende, la Guerra de Secesión Americana y unos empobrecidos y racistas Estados Unidos Confederados se encuentran a punto de entrar en guerra con el Imperio Alemán. Entonces Hodge Backmaker tiene la oportunidad de viajar en el tiempo para estudiar el momento en que el Sur ganó la guerra y una vez allí provoca por accidente la victoria de las fuerzas del Norte. Incapaz de volver a su propio tiempo después de haberlo alterado se pregunta cómo habrá afectado la Historia y decide escribir su historia para dejar constancia del tiempo que él vivió. Uno de los clásicos de las ucronías y que convendría acompañar con el visionado de la película CSA. Estados Confederados de América, un falso documental que propone una visión similar de unos Estados Unidos alternativos con el mismo punto de partida.
El hombre en el castillo (The man in the high castle), de Philip K. Dick (1962)
Philip K. Dick es, sin duda, uno de los autores más originales y populares de la ciencia ficción. Y también de los más adaptados al cine. Obras como Blade Runner, Desafío Total, Minority Report, Asesinos cibernéticos, Paycheck, Infiltrado, Next, Una mirada a la oscuridad, basadas en sus obras sin contar con que otras películas como Abre los ojos, Dark city o Matrix también saquean sin complejos algunas de sus ideas, dan una idea de la importancia de éste autor dentro del género. Temas como la frágil y engañosa naturaleza de la realidad, de la propia identidad o de la memoria y los recuerdos, son una constante dentro de su obra y una de las más conocidas es sin duda esta El hombre en el castillo también adaptada recientemente a formato de miniserie televisiva. Se trata de una obra compleja (como casi todas las suyas) que transcurre en un mundo en el que el presidente de los USA, Roosevelt, fue asesinado en 1933 evitando así que el país se recuperara de la Gran Depresión y que entrara en la II Guerra Mundial con lo que las potencias del Eje ganaron la guerra y, tras ella, invadieron los USA quedando el país dividido en tres franjas: la oriental, dominada y ocupada por los alemanes; la occidental por los japoneses y la central, que goza de una cierta autonomía pero siempre bajo la influencia de unos u otros.
En la obra hay varios protagonistas, entre ellos: un espía doble alemán que viaja a la zona japonesa para advertirles de un ataque nuclear de los alemanes, un tratante de antigüedades americano que se debate en el sentimiento de culpabilidad por servir a los japoneses, y un escritor que ha escrito una obra de ciencia ficción titulada "El dia de la langosta" en la que las potencias del Eje perdieron la guerra.
En la obra tiene gran importancia el I Ching, el antiguo texto chino que se utilizaba para predecir el rumbo de ciertos acontecimientos o de decisiones a tomar pues se supone que, a resultas de la invasión japonesa, su uso se ha popularizado entre la población de los USA que lo usa de manera recurrente. Incluso el propio autor del libro Philip K. Dick dijo haberlo utilizado para decidir qué rumbo tomaba el argumento de la novela en determinados momentos.
Como se ve, una lectura compleja, llena de ideas originales y que no dejará a nadie indiferente. Ganó el Premio Hugo, uno de los máximos galardones de la ciencia ficción.
Pavana, de Keith Roberts (1968)
Una obra clásica dentro de las ucronías. En un capítulo preliminar se nos informa de que la reina Isabel I de Inglaterra fue asesinada y que la Armada Invencible venció y el Imperio Español conquistó Inglaterra (algo parecido a lo que ocurrió en el último episodio de El Ministerio del Tiempo). A consecuencia de todo ello la Iglesia católica es dominante en toda Europa y ha logrado impedir el avance de la ciencia y de la Revolución Industrial hasta bien avanzado el siglo XX. La novela transcurre en Inglaterra en los años 60, una Inglaterra preindustrial en la que los transportes todavía utilizan la maquinaria de vapor y en la que los mensajes se transmiten a través de postes de señales. El libro toma su título de una danza del siglo XVI y se trata de una sucesión de historias relacionadas con cada uno de los movimientos de dicho baile y una coda final. A través de esas historias veremos distintos aspectos de esa sociedad alternativa: un transportista que maneja una máquina de vapor, un encargado de señales, una vendedora de pescado, un monje contrario a las prácticas de la todavía activa inquisición, un aristócrata, etc. Al final veremos como, poco a poco y pese a todos los obstáculos, las fuerzas de la revolución se ponen en marcha.
En el día de hoy, de Jesús Torbado (1976)
Una novela hoy prácticamente olvidada pese a que en su momento ganó nada menos que el Premio Planeta de Novela. Aprovechando la reciente muerte de Franco y el comienzo de la Transición, muchos autores se lanzaron a escribir novelas que trataban directa o indirectamente sobre la Guerra Civil desde nuevos puntos de vista antes prohibidos por la dictadura y uno de esos nuevos puntos de vista fue el de este libro que plantea qué hubiera pasado si hubiera sido el lado republicano el que hubiera ganado la guerra en vez del lado nacional. De hecho, el título de la novela hace referencia a las primeras líneas con las que empezaba el bando final de la guerra civil y que el autor cambia convenientemente para adaptarlo al nuevo universo ucrónico en el que transcurre el libro:
"En el día de hoy, cautivo y desarmado el ejército faccioso, han alcanzado las tropas republicanas sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado. El presidente de la República, Azaña Madrid, 1 de abril de 1939."
A partir de ahí se sucede una trama de espionaje que implica a Franco y su camarilla en el exilio, a la Alemania nazi y a otros personajes históricos. Una muestra de que el género ya se practicó en España hace años con gran eficacia.
Watchmen, de Alan Moore y Dave Gibbons (1985)
La obra que revolucionó el mundo de los comics de superhéroes en los años 80 llena de ironía y ácida crítica hacia los tópicos del género superheroico. Una obra que es mucho más que un comic pues las viñetas se complementan con material añadido en forma de artículos, falsos recortes de prensa, etc. que enriquecen de forma magistral la historia que se está contando. La obra se plantea el "¿Y si los justicieros enmascarados hubieran existido de verdad? ¿qué nos diría eso acerca de su psicología y de la sociedad en la que viven?" A raíz de ahí nos embarca en una realidad alternativa en la que estos justicieros pasan a ser controlados por el gobierno hasta que, a causa de un accidente nace el primer superhéroe real: el dr. Manhattan. Gracias a él, los USA ganan la guerra de Vietnam y Richard Nixon consigue seguir gobernando hasta unos convulsos años 80 en los que el mundo parece encontrarse al borde de un conflicto nuclear con la URSS. Entonces, uno de los antiguos justicieros (que habían sido apartados tras la aparición del Dr. Manhattan) descubre un terrible secreto que provocará su asesinato. Uno de sus antiguos compañeros tratará de reunir a los demás para averiguar las causas.
Una obra con múltiples niveles de lecturas que se ha convertido en todo un clásico por derecho propio. Tuvo una adaptación cinematográfica más que lograda.
Hitler victorioso, VVAA. Gregory Benford y Martin H. Greenberg eds. (1986)
Divertida recopilación de relatos a cargo de varios de los autores más populares del género que parte de una única premisa: qué hubiera pasado si Hitler hubiera ganado la II Guerra Mundial. A partir de ahí varios relatos algunos con premisas muy diferentes y estilos muy diversos. Mi favorito: Thor contra el Capitán América de David Brin, que saca inteligente partido a la conocida pasión de Hitler por la parapsicología y los poderes paranormales.
Patria (Fatherland), de Robert Harris (1992)
Otra novela que se sitúa también en un hipotético futuro en el que los nazis ganaron la Segunda Guerra Mundial (una de las temáticas más recurrentes de las ucronías, por otra parte). Harris es un conocido y eficaz autor de bestsellers (al estilo de Michael Chrischton, por ejemplo) y esta obra reúne todas las características de un buen bestseller: lectura amena y rápida, estilo literario sin florituras ni complicaciones y trama entretenida. La acción se inicia en 1964 cuando Alemania se prepara para las celebraciones del 75 cumpleaños de Adolf Hitler. Entonces un alto jerarca nazi es asesinado y el detective encargado del caso descubre que dicho asesinato encubre un monumental secreto que podría hacer tambalearse los cimientos del triunfante régimen.
El coleccionista de sellos, de César Mallorquí (1995)
Una novela breve de uno de los autores españoles más populares y exitosos de ciencia ficción y novela juvenil. En este caso la obra conjuga la ucronía con los viajes en el tiempo teniendo como telón de fondo la Guerra Civil Española.
Estamos en 1939 y el general Franco ha sido asesinado en un atentado a resultas de lo cual, las fuerzas republicanas están a punto de ganar la guerra. En estas, un policía persigue asesino en serie asola el Madrid castigado por la guerra en busca de tres sellos de correos que a todas luces son falsos. lo que no sabe el policía es que detrás de todo ello está en juego el poder de cambiar La Historia. Un relato escrito con mucho oficio, con una buen caracterización de personajes y con una trama llena de sorpresas que le valió a su autor dos de los premios más importantes de la ciencia ficción española: el UPC de la Universidad Politécnica de Cataluña y el Gigamesh.
Britania conquistada (Rule Britannia), de Harry Turtledove (2002)
Harry Turtledove es un autor de ciencia ficción especializado en el tema de las ucronías y ésta es, sin duda, una de sus novelas más conocidas. Como en Pavana, el punto de inflexión es la conquista de Inglaterra por la Armada Invencible a resultas de lo cual en Inglaterra acaba reinando otra Isabel, la hija de Felipe II. La acción no se sitúa en un hipotético futuro como la anterior ni en nuestro presente sino en 1597 lo que da pie a la aparición de varios personajes históricos de la época, como William Shakespeare y Lope de Vega. Las intrigas se centran en el bardo ingles a quien los reyes le encargan que escriba una obra a mayor gloria de la monarquía española mientras que los rebeldes ingleses pretenden utilizarle para que escriba una que sirva para sublevar al sometido pueblo inglés.
Muy entretenida.
Tiempos de arroz y sal, de Kim Stanley Robinson (2002)
Kim Stanley Robinson es muy conocido por su monumental trilogía sobre Marte formada por los títulos Marte rojo, Marte verde y Marte azul en la que describe la futura terraformación de Marte en unas novelas de ciencia ficción con altos componentes científicos, lo que ha venido en llamarse "ciencia ficción dura". Sin embargo, en esta ocasión se aparta un poco de su especialidad para ofrecernos una ucronía que parte de la premisa de que la Peste Negra logró acabar con la mayor parte de la población de Europa a raíz de lo cual China y el mundo musulmán se repartieron el dominio a nivel cultural del mundo. La novela está dividida en varias partes que siguen a diversos personajes que se reencarnan sucesivamente en diversas épocas y con distinto aspecto, sexo y situación.
La novela está llena de referencias filosóficas y supone una lectura un poco densa no apta para todos los paladares aunque el esfuerzo merece la pena. Obtuvo el premio Locus.
Roma eterna, de Robert Silverberg (2003)
Uno de los autores más populares de la ciencia ficción de finales de los 60 y principios de los 70 (y del cual ya hemos reseñado en este blog su novela Por el tiempo) que parece haberse dedicado en los últimos tiempos también a al género de las ucronías. El libro trata de qué hubiera sucedido si el Imperio romano hubiera logrado sobrevivir hasta la actualidad. Esta dividido en varios capítulos a modo de relatos independientes en los que nos va mostrando la evolución de ese imperio desde los años de Julio César hasta los años 70 del siglo XX.
Una lectura interesante que invita a profundizar más en la historia de Roma y reflexionar sobre su impronta cultural.
Fuego sobre San Juan, de Pedro A. García Bilbao y Javier Fernández Sánchez-Reyes (2004)
Otra obra que ganó, al igual que la comentada El coleccionista de sellos, el premio UPC de ciencia ficción. la obra nace del descontento de sus dos autores hacia la visión tradicional que la historiografíaha tenido del llamado "desastre del 98" y la guerra de España contra los USA y que supuso la pérdida de Cuba. Los autores sostienen que "dicha guerra hubiera podido ganarse si los militares españoles hubiesen hecho bien su trabajo" y, partiendo de ello, se plantean qué hubiera pasado si España hubiera derrotado a los Estados Unidos en 1898 dando lugar a una obra muy interesante que mezcla especulación histórica, estrategia, acción bélica y naval con viajes por el tiempo en un transfondo de ciencia ficción clásica.
La conjura contra América (The plot against America), de Philip Roth (2004)
Un autor de prestigio (su nombre suena recurrentemente para el Premio Nobel de Literatura todos los años) y que, en principio, no tiene nada que ver con la ciencia ficción va y se descuelga de pronto nada menos que con una ucronía y que, encima, supuso un cierto escándalo en el momento de su publicación.
En ella, Roosevelt es derrotado en las elecciones presidenciales americanas de 1940 por el popular héroe de la aviación Charles Lindbergh de tendencias filonazis (y que la Historia ha tratado de ocultar o minimizar convenientemente). A resultas de ello y del progresivo acercamiento político de los Estados Unidos con la Alemania hitleriana, los USA no entrarán en la II Guerra Mundial y el antisemitismo se instala en la sociedad estadounidense. La historia sigue las peripecias de una familia judía que acaba siendo objeto de persecución.
La obra tuvo buenas críticas pero causó cierto escándalo entre los estadounidenses por reflejar esa visión tan antisemita de su sociedad y de algunos personajes de su Historia.
Franco. Una historia alternativa. VVAA (2006)
Al igual que con Hitler victorioso nos encontramos con otra recopilación de relatos pero, en este caso, de autores españoles y centrados en la figura de Franco y su entorno pero en contextos históricos diferentes al que vivimos en nuestro país. En general la antología es de un nivel más que correcto y en ella encontramos algunos relatos curiosos como Ñ de David Soriano en el que el pretendiente Carlos de Austria acaba ganando la Guerra de Sucesión española con lo que Cataluña se convierte en la seña de identidad preponderante en nuestro país que pasa a llamarse Espanya en vez de España y en el que Franco no se llama Franco sino Feliú Dabaló. Otros relatos exploran la relación de los hermanos Franco, la figura de José Antonio Primo de Rivera o la importancia de determinados acontecimientos como el vuelo del Dragon Rapide. Si yo fuera profesor de instituto utilizaría este libro como complemento de lectura en clase de historia, sin duda.
Alejandro Magno y las águilas de Roma, de Javier Negrete (2007)
Javier Negrete es uno de los mejores autores españoles de ciencia ficción con novelas muy populares y que han merecido multitud de premios. Además, es profesor de Historia y se ha dedicado también a escribir interesantes obras , de novela y divulgación, sobre la antigua Grecia. En esta ocasión presenta una ucronía que plantea qué hubiera pasado si Alejandro magno no hubiera muestro prematuramente en Babilonia y hubiera seguido su expansión militar hacia occidente, llagando a enfrentarse con una incipiente Roma.
La obra describe la campaña de conquista de Italia con muchas batallas, intrigas y aventuras, narrado con el gran oficio de su autor en un tono muy ágil y entretenido.
El sindicato de policía Yiddish, de Michael Chabon (2007)
Michael Chabón es, sin duda, uno de los autores actuales más interesantes no de la ciencia ficción sino de la literatura generalista. En esta obra nos cuenta como el Estado de Israel fue destruido tras la guerra árabe-israelí de 1948 tras lo cual se creó para ellos, gracias al apoyo de los USA, otro nuevo estado situado en Alaska. Sin embargo, el asesinato de un yonqui aficionado al ajedrez amenaza con desestabilizar al nuevo Estado. La novela está escrita como si fuera un pastiche de las novelas negras de Raymond Chandler, usando todos los clichés del hard boiled y con todas las influencias propias de su autor: la literatura pulp, los comics, etc. pero todo ello escrito, además, con su portentoso estilo literario.
Como curiosidad, los famosos hermanos Cohen estuvieron a punto de hacer una película sobre este libro. Si aún no conocéis a este autor, dadle una oportunidad. Me lo agradeceréis.
Bueno, eso es todo de momento, amigos. espero que la selección os haya resultado interesante. Yo, por mi parte, me voy de vacaciones con mi particular lista de lecturas veraniegas así que estaré un tiempo fuera y nos vemos a la vuelta. ¡Que lo difrutéis!
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